sábado, 23 de mayo de 2009

Hora es


Es hora ya, princesita dormida
de los ojitos tristes
y los serenos pasos.
Estrellita paciente,
esa flor indolente
de la terca prudencia.
Siempre adorada.
La esperada.
Hora es.
No lo ves?
El mundo mira.


Es hora ya, sardinita perdida
en un lago de cisnes
de patosas manos.
Y de sapos, de gusanos...
De éste charco demente
que no tiene clemencia,
de la clase decente
tú seras la excelencia.
Corazonada.
Mi bien hallada!
Hora es.
No lo ves?
El mundo gira.

Es tiempo ya, señorita querida
de que no te despistes,
de que saques el barco,
de que tomes el mando.
De que seas consciente
y derroches tu esencia.
Navega prudente,
pero navega.
mi siempre amada.
Mi abanderada!
Tiempo es.
No lo ves?
Tu mundo, gira y mira.

Sept/26/2006

lunes, 18 de mayo de 2009

Partida

Y no dijo más, pues no podía.
Ni adiós.
Calló las palabras más bellas, las que tuercen la boca, las que incomodan los
ojos, las que rompen el alma.
Hizo un gesto de aprobación, arqueó las cejas y sonrió levemente.
Quedó allí, en el punto de partida de todas las cosas, respirando, orgulloso y triste,
pero en paz.
-Somos lo que hacemos en la vida- murmuró. Lo grandioso, lo grande y lo pequeño. Lo pequeño y lo minúsculo. El amor que damos y el que nos regalan. Todo eso somos, aunque, al fín, no somos nada-.
-Porque, por mucho que hagamos, es poco para pagar la cuenta- pensó.
Y se fué.